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sábado, 9 de abril de 2011

Na Montserrat Guitart i Calafell (castellano)

MONTSERRAT GUITART I CALAFELL
COL.LEGI SANT JORDI
VILAPISCINA
BARCELONA

     Fue profesora del Colegio Sant Jordi, en la calle Espiell, en Horta, en Barcelona. Durante muchos años fue también Subdirectora del colegio y miembro del Consejo Escolar.

     Nació en un pueblo del Pirineo catalán de una familia acomodada y tradicional. Eran muchos hermanos y siempre hablaba de ellos con cariño, se sentía muy unida a ellos. Con los años una de sus hermanas, Assumptió Guitart i Calafell fue también maestra del Colegio Sant Jordi. También tenía un hermano sacerdote en Japón del que hablaba a menudo con orgullo.
     Montse, de pequeña, fue al colegio por primera vez con seis años, a la Escuela Nacional del pueblo. Ella siempre contaba que el primer día que fue al colegio fue el primer día que escuchó hablar la lengua castellana porque su familia siempre hablaba en catalán. Siempre nos contaba que no sabía qué proceso se había abierto en su mente para pasar a entender el castellano y luego más adelante a hablarlo pero que los niños lo hacen con facilidad.

     Cuando acabó el colegio sus padres buscaron una residencia de monjas en Barcelona para que pudiera estudiar bachillerato porque su pueblo era muy pequeño y no podía ofrecer estudios superiores. Más adelante, cuando decidió estudiar magisterio siguió viviendo en la misa residencia. La señorita Montse contaba que sintió una gran responsabilidad porque ella era la mayor de seis hermanos y para la familia era muy importante que la hermana mayor se acomodara a vivir en la residencia y aprobara sus estudios porque sus otros hermanos “iban detrás” Vivir en una residencia implicaba salir de tu pueblo, estar lejos de tus padres y hermanos y tener la responsabilidad de estudiar sin que nadie te vigilara sabiendo que tu familia estaba haciendo un esfuerzo económico muy importante. Si Montse conseguía aprobar, cuando sus hermanos llegaran a Barcelona tendrían su ejemplo y su ayuda.

Contribuciones:
 
  • La señorita Montse, o la senyoreta Montse siempre dio ejemplo por su presencia impecable: elegancia moderna, de mujer trabajadora. No hubiera tenido necesidad de trabajar porque su situación económica era desahogada pero eligió trabajar de maestra como su manera de vivir a vida, con naturalidad. Siempre fue puntual, nunca huyo del trabajo ni de las obligaciones.
  • Siempre admiré en ella su naturalidad hacia la vida y el trabajo: hablaba de los sucesos de la vida, de los deberes, de las obligaciones, como si fuera algo liviano, natural, algo que hay que hacer o que hay que vivir. Nunca mostró las obligaciones ni los pesares como una carga. Todavía hoy siento su ejemplo en este sentido.
  • La aceptación de sus alumnos su cariño hacia ellos: La senyoreta Montse quería a los niños, los aceptaba tal y como eran y trataba de mejorar su comportamiento mediante el convencimiento.
  • Dedicaba mucho tiempo a un alumno cuando era necesario. Todos hemos necesitado alguna vez una guía, una reprimenda o alguien que nos haga ver que no vamos por el buen camino. La señorita Montse encontraba el momento de hablar con el alumno en la secretaría o en el despacho del Colegio Sant Jordi. No le importaba dedicar horas o repetir la conversación o reprimenda. Dedicaba todo el tiempo que hacía falta.
  • Sabía hablar con los niños desde su nivel. En su conversación educativa el niño se sentía escuchado y hablaba con ella. Y Montserrat Guitart le escuchaba con atención y luego le contestaba. Tenía una gran paciencia, respeto hacia el niño con el que hablaba y le dedicaba todo el tiempo necesario.
  • Fue una de las personas que me enseñó a amar a Cataluña, por el ejemplo que me daba. Cuando llegué de maestra al Sant Jordi después de unos años de vivir fuera de Catalunya, necesité ayuda con la ortografía del catalán porque nadie de mi generación lo había aprendido en la escuela. La señorita Montse me dedicó todos los mediodías, después de comer una parte de su tiempo libre para hacer un dictado. Así, sin más, con naturalidad, como todo lo que hacía. Con amor a la educación, con entrega al prójimo, por amor a la lengua catalana y a Catalunya.
Pili Biarge

1 comentario:

  1. Impecable.
    Parte de ese grupo de maestros que no sólo nos dieron conocimientos, nos aportaron valores.

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