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martes, 10 de mayo de 2011

La escuela de Egea del valle de Tierz. Amparo Garcés Pérez

LA ESCUELA DE EGEA DEL VALLE DE TIERZ, PROVINCIA DE HUESCA
Año 1943
     Egea del valle de Tierz está situada en un valle a la ladera del Turbón. Era una escuela mixta, es decir, de niños y niñas. Acudían todos los niños y niñas del pueblo y de los alrededores sin excepción. En total eran unos 16 niños desde los 6 años hasta los 14.

     Cuando los pueblos eran suficientemente grandes había una escuela para niños y otra para niñas. En ese caso había un maestro para los niños y una maestra para las niñas. En los pueblos pequeños la escuela era mixta para atender a todas las niñas y niños del pueblo. En ese caso la escuela siempre la atendía una maestra.

     La escuela estaba situada en el centro del pueblo. En aquella época los materiales eran escasos: había una pizarra, los pupitres de madera, la mesa y la silla de la maestra y una pequeña librería. Todo limpio, cuidado y conservado con esmero. Yo decía que libros habían de utilizar los alumnos y los padres los encargaban a la capital de la provincia, que era Huesca. En aquella época los libros los forrábamos con papel de estraza. Los alumnos estaban acostumbrados a ahorrar los lápices y el papel.

     En todos los pueblos los maestros teníamos derecho a vivienda y las personas del pueblo y el alcalde solían tener cuidado para que la maestra o maestro se sintieran a gusto y el pueblo tuviera escuela. Yo tuve suerte porque la casa de Egea del valle de Tierz era completamente nueva, el ayuntamiento del pueblo la había construido con ilusión para la nueva maestra y la estrené yo.  Era una casa bonita, incrustada en una roca. Anexo a la casa estaba la escuela.

     En el pueblo no había conducción de agua, así pues no teníamos agua en las casas, ni luz, ni calefacción. Las familias de los niños se encargaban de traer la leña para la estufa para que no pasáramos frio y de que a la escuela, y especialmente a la maestra, no les faltara ni leña para el fuego, ni agua,… Las niñas siempre se encargaban de llevar agua a la casa de la maestra.

LOS HABITANTES DEL PUEBLO VALORABAN LA EDUCACIÓN

     Egea del valle de Tierz había tenido desde siempre una escuela con maestra. Por lo tanto en el pueblo la gente era suficientemente culta y estaba preparada para acoger a maestros. Había ilusión por mejorar la cultura. 

     Los niños asistían regularmente a la escuela y acudían muy aseados, contentos con ganas de aprender y se portaban bien. Como era pueblo de montaña había casas cerca del pueblo con niños que acudían a la escuela. Los alumnos que venían de los alrededores se solían traer la comida que la tomaban en casa de algún pariente del pueblo.

     Como maestra del pueblo yo no sólo me encargaba de la escuela. Cuando se ponía el sol y llegaba la noche venían a la escuela “los mozos” de la zona para ampliar sus estudios. Eran jóvenes labradores que no habían llegado a los estudios superiores y cuando acababan sus tareas y encerraban a los animales por la noche venían a la escuela a seguir aprendiendo. En aquella época se llamaba “aprender las cuatro reglas” Hoy en día vendría a ser un graduado de secundaria. El objetivo era conseguir mejorar sus perspectivas de futuro, probablemente fuera del pueblo. 

     Hacían un verdadero sacrificio porque al ser zona de montaña el invierno era largo y llegaban a la escuela cuando se hacía de noche y habían terminado sus trabajos de cuidar el ganado. Bajaban con medio metro de nieve desde la montaña hasta el valle donde estaba la escuela. Alguno llegaba a hacerse con unas tablas una especie de tablas de esquí para protegerse el calzado y poder llegar hasta la escuela cuando nevaba. Yo preparaba un recipiente con agua caliente para que pudieran calentarse las manos y pudieran escribir.

     Los que podían pagaban con dinero, ganado con sacrificios y gastado en estudiar. Los que no podían pagaban “en especie”: sus padres y ellos mismos me abastecían de todo lo necesario.

     Una maestra rural había de dirigir y administrar la escuela; además tenía otras responsabilidades en el pueblo. Era la encargada de la iglesia porque no había sacerdote. Un sacerdote venía una vez a la semana o cada 15 días a celebrar la misa y había de atender a varios pueblos, por eso no podía atender todo el trabajo y la maestra era la encargada de ayudar al sacerdote y de sustituirle cuando no estaba en el pueblo. Cuando cerraba la escuela había que cuidar el sagrario de la iglesia, rezar el rosario. Cuando había un enfermo o un moribundo en el pueblo, la familia llamaba a la maestra para hacer la recomendación del alma. También preparaba a los niños para la primera comunión o llevaba el Vía Crucis. 
     En aquellos tiempos, en España, "no corría el dinero". Las familias compensaban los esfuerzos de la maestra proveyéndo sus necesidades. Le traían la comida, carne, huevos, fruta, verdura. Cada día una familia se turnaba para hornear el pan de la maestra. También la proveían de leña, agua,... Las maestras rurales solíamos estar bien atendidas.

     A pesar de mi juventud, había de asumir que una maestra rural era una autoridad en el pueblo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Amparo Garcés Pérez, maestra nacional

AMPARO GARCÉS PÉREZ

1932

Ayerbe

Provincia de Huesca

España

¿Cómo eran los estudios de Magisterio en tu época?


     Yo fui de las primeras promociones de maestra después de la guerra civil de España. Entonces todos los alumnos que queríamos cursar estudios superiores teníamos que estudiar 4 años de bachillerato y hacer un examen de reválida para obtener el título de bachillerato con 14 años.

     Para poder estudiar en la Escuela de Magisterio teníamos que tener el título de bachiller y aprobar un examen de ingreso a Magisterio. Los estudios de Magisterio tenían una duración de tres años. Al final de los 3 años teníamos que aprobar un examen de reválida para la obtención del título. Se podía ejercer de maestra a los 18 años. Yo acabé los estudios a los 21 años.

¿En qué tipo de escuelas trabajaste?


     Aprobé unas oposiciones para formar parte del Cuerpo de Maestros del Estado Español, así que siempre he sido maestra de la escuela pública de España. Fui maestra rural de muchos pueblos pero al final de mi carrera fui maestra en mi ciudad, Huesca.

¿Puedes nombrar los pueblos o ciudades donde fuiste maestra?


Recuerdo todos ellos. Siempre ejercí de maestra en la provincia de Huesca:

  • Egea del Valle Lierp
  • Loporzano 
  • Cofita 
  • Santa Engracia de Loarre 
  • Loscorrales 
  • Banastás 
  • Huesca
¿Cuál fue el primer pueblo donde fuiste maestra?

     Siempre lo recordaré. Como ya te he dicho yo tenía 21 años y tomé posesión de mi cargo de maestra en Septiembre. Mi primer pueblo fue Egea del Valle de Lierp. El pueblo está en un valle situado a la ladera del Turbón. En el pre Pirineo aragonés

¿Cómo era la escuela del pueblo?

     Era una escuela mixta, es decir, de niños y niñas. Acudían todos los niños y niñas del pueblo y de los alrededores sin excepción. En total eran unos 16 niños desde los 6 años hasta los 14.

     Cuando los pueblos eran suficientemente grandes había una escuela para niños y otra para niñas. En ese caso había un maestro para los niños y una maestra para las niñas. En los pueblos pequeños la escuela era mixta para atender a todas las niñas y niños del pueblo. En ese caso la escuela siempre la atendía una maestra.
Amparo Garcés Pérez

continua

martes, 3 de mayo de 2011

Ignasi Ferrer i Clot

     Em dic Ignasi Ferrer i Clot, Barcelona 1963, fill d´en Josep Ferrer i Manyà. Visc i treballo a Barcelona. Sóc conserge de finca. Estic casat.

      Vaig ser alumne del meu pare. Em va transmetre la passió per l´ensenyament, per la comunicació: ràdio i premsa. Malgrat això, he d´afegir la meva passió també per la televisió. He heretat d´ell el gust per l´escriptura. Ara bé, a diferència d´ell, he optat per l´escriptura únicament en llengua catalana. La meva Nació, són els Països Catalans. Ell no volia l´assoliment de la independència, jo sí. Generós com ningú, em transmet els valors cristians. Ells els va viure molt intensament. Doncs la religió no ha calat massa en els germans.

      Acostumava a dir "llegiu molt", això no em va entrar mai. "Aneu a Missa", durant un temps llarg, ho vaig fer, després ho vaig deixar. Em considero agnòstic.

      Es va deixar la pell treballant hores i hores, perquè no ens manqués res. Doncs ho va ben aconseguir, mai, mai, mai no ens ha mancat res. Em va fer anar a Sant Jordi perquè deia "és particular, de pagament, però és excel·lent la qualitat de l´ensenyament que es dóna" Tot i que es va discutir amb alguns professors (van acabar donant-l´hi la raó!), després els elogiava. Els estudis a Sant Jordi, no em van anar del tot bé. No va dubtar anar parlar amb direcció. No els va convéncer. Malgrat tot, el Sr. Pellitero li tenia un respecte brutal.

      La seva ètica s´imposava quasi sempre. Quan es discutia amb algú mai alçava la veu, i amb la força de la raó el deixava mut. Cristià convençut, formà part d´Acció Catòlica. Al seu barri, arriba a fer teatre clàssic català. Participa de manera activa, a grups de conversa de tota mena. Membre actiu del Club d´Amics de la Unesco, en la secció d´Esperanto. És tanta la seva devoció, que rep un homenatge com a gratitud als consells que dóna a companys seus en la lluita fervorosa per la conservació d´aquesta llengua internacional i neutral.

      Mai arribaré a ser com ell. És molt dificil. Ho intento, ho intentem. Era una persona avançada al temps.

      La seva bonhomia perdurarà per sempre.

Ignasi Ferrer
Fill d´en Josep.